Ñeemby

a fundación urbana del pueblo de Ñemby se produjo en el año 1718, en épocas del gobernador Diego de los Reyes Balmaceda. Ese año se colocó la primera piedra para la construcción de la capilla del pueblo, dedicada a San Lorenzo, y establecida cerca de la ubicación del actual templo. No se tiene certeza de la fecha exacta de fundación de Ñemby, sin embargo, Félix de Azara dice que la primera capilla tenía una viga con la leyenda «abril 4 de 1718», fecha que correspondería a la fundación del pueblo.

Cuando los españoles desembarcaron por primera vez en lo que hoy es la Gran Asunción, lo hicieron en un paraje llamado Ñemby, por lo que debe quedar bien entendido que este pueblo ya existía antes de su fundación. Los primeros conquistadores encontraron albergue hospitalario en una tribu de Ñemby, que en su día fue reino de los carios, indios guaraníes distribuidos a lo largo de la costa oriental del río Paraguay. Todo indica que alrededor de 1528, los conquistadores españoles tomaron el término “Ñemby” de los carios, y lo tradujeron como “Frontera”, y desde entonces, el poblado fue conocido con estos dos nombres: por unos era llamado Ñemby, nombre dado por sus naturales, y por otros La Frontera, nombre dado por los conquistadores. En los documentos históricos se consigna que en 1537 Juan de Salazar y Espinoza fundó la casa fuerte de Asunción en el paraje de La Frontera. La extensión de La Frontera hacia la época de la fundación de Asunción, según las opiniones dispares de historiadores, sería de 350 a 650 km². A través del tiempo, La Frontera fue cediendo territorios, y fue dividido en varios pueblos. En sus tierras germinaron nucleamientos que a la postre derivaron en ciudades, como Lambaré, San Antonio, Villa Elisa, Villeta, San Lorenzo, Fernando de la Mora, Mariano Roque Alonso y Limpio.

En 1718, Ñemby no contaba con un núcleo urbano, los ranchos estaban separados entre sí por grandes distancias, hecho que facilitaba el ataque de los guaicurúes, indios chaqueños que entraban en las chacras a matar y a robar. Este dato apoyaría la hipótesis de que Reyes Balmaceda pensó en defender a la población, estableciendo el pueblo de Ñemby. La nueva agrupación, asentada a la sombra del cerro Caaguazú, en la orilla izquierda del arroyo Ñemby, serviría de contención para impedir el avance de los indios hostiles. Si la tesis es correcta, tal fundación hubo de hacerla con pequeños propietarios a los que se les concedieron parcelas en su nuevo emplazamiento, que comenzó a florecer en torno a la capilla. El gobernador, muy cercano a los Jesuitas, no le reemplazó al pueblo su antiguo topónimo, heredado de los españoles, pero sí le añadió el nombre de un santo, probablemente su preferido: el de San Lorenzo. Así, el pueblo dejó de llamarse La Frontera para pasar a llamarse San Lorenzo de La Frontera. A mediados de la década de 1940, se tomó la decisión de sustituir este nombre por el de Ñemby, nombre originario del pueblo, con el objetivo de evitar confusiones con su vecino homónimo, San Lorenzo del Campo Grande.